Cómo evitar que el perfeccionismo acabe con tu vida

¿Te consideras una persona perfeccionista?

¿Crees que es bueno o malo para ti?

¿Y para los que te rodean?

A veces ser tan perfeccionista y exigente te puede jugar una mala pasada en tu vida.

Alguna clienta en la consulta me comenta que si ve muy complicado algo que quiere hacer y piensa que no va a poder hacerlo bien (bien para ella es perfecto), entonces no lo hace. “Para medianías no me pongo”

¿Dónde crees que le lleva esto?

  • Apenas inicia proyectos personales porque lo quiere todo y lo antes posible

  • Si inicia alguno con ese nivel de expectativas y tiene algún pequeño fallo, lo abandona a la primera.

  • No soporta en el trabajo que el rendimiento de otros compañeros no esté en un nivel óptimo

  • Si en el trabajo le ofrecen un puesto de mayor responsabilidad y la primera semana no lo tiene todo controlado le produce un gran malestar, tensión y si puede, pide volver a su puesto anterior

    Muchos somos los que pasamos por el calvario del perfeccionismo y la auto exigencia.

En tu mente todo encaja, todo está en su lugar, todo sale tal y como estaba planificado, no hay errores, todo es perfecto.

En el mundo real puede que te excedas del tiempo previsto, que te falte algún pequeño detalle, que se te olvide o desconozcas alguna información, es decir, que es real.

Y aquí viene el momento de fustigarte, subirte por las paredes y preguntarte ¿por qué me pasa esto?, ¿qué he hecho para merecer esto?

Y no has hecho nada especial para que ocurra, simplemente es así.

3 Creencias que sustentan el Perfeccionismo

#1# Si lo hago perfecto me querrán.

Esta idea hace que el perfeccionista dependa de la opinión de los demás.

¿Lo verán bien? ¿Pensará que tengo buen aspecto? ¿Creerá que es bueno?

#2# Si me equivoco esto es catastrófico

Se trata de jugar para no perder, no se juega para ganar.

Su motivador es evitar el error, que le salga mal, el no conseguirlo.

Es el temor continuo a cometer el fallo, a no estar a la altura de lo que se le pide o el se pide.

Se mueve en los extremos. O está todo bien o está todo mal. O sirvo para esto o no sirvo. O puedo o no puedo.

Como decía antes, no está para medianías. Su frase es “Si se puede hacer bien y en poco tiempo, no vale hacerlo a medias y más tiempo”.

#3# Siempre debo…

Siempre debo hacerlo bien.

Este extremismo le lleva a revisar continuamente lo que hace, una y otra vez y al final le convierte en poco eficiente. En muchos casos le lleva a la parálisis prefiere no hacerlo si no tiene la certeza de hacerlo perfecto.

El miedo es la emoción que le paraliza y constriñe.

¿Te has visto reflejada?

Si es así, revisa a fondo tus creencias y si tienes dudas y crees que simplemente te gusta hacer las cosas bien y mejorar, puedes observar dos aspectos: cómo te sientes y que cosas te dices.

No tengas miedo de la perfección nunca la alcanzarás.

Salvador Dalí

¿Debo o prefiero?

Es la pregunta que te puedes hacer.

Cuando te exiges y disfrutas haciendo lo que te exiges, podemos decir que ese perfeccionismo es sano.

Sería el pianista que ensaya horas y horas para interpretar de forma impecable una pieza y mientras lo hace disfruta, le apasiona.

Si te permites el error y continúas y mejoras y disfrutas, estarás en el camino de conseguir la excelencia.

Si por el contrario te angustias, es un síntoma de que lo que hay de base es el miedo al fracaso.

Recuperar la capacidad para disfrutar en el proceso es la solución a ese perfeccionismo poco sano, que te aprisiona y limita.

Los peros que te pones. Lo que te dices o dices.

¿Has oído esta frase?

está muy bien ese dibujo pero podrías combinar de otra manera los colores”

está muy buena esta paella pero le falta un poquito de sal”

te sienta muy bien este vestido pero tal vez un pelín ajustado”

estuvo muy bien la presentación pero si le hubieras dado otro ritmo”

¿Te suenan?

Seguramente son frases que has oído en más de una ocasión o tu misma las has dicho.

Con este tipo de frases lo que haces es quitarle valor a aquella acción o conducta que estás reconociendo en un principio. La carga de la frase está en la última parte. Precisamente en lo que falta, en lo que no está perfecto, en lo que hay que mejorar.

Si te fijas todas ellas utilizan el “pero”. Hay esa frase que dice “poner peros”.

Según el diccionario de la RAE es una conjunción adversativa que contrapone dos oraciones, restringiendo o limitando el significado.

Esta palabra puede utilizarse también para resaltar o darle énfasis a aquello que queremos decir pero como aquí no estoy hablando de gramática, me voy a centrar en este tipo de expresiones.

Así que si está poniendo el énfasis en lo que falta…

Si realmente para ti eso es lo importante, entonces es así como puedes decirlo. Ahora bien, si quieres valorar aquello que has hecho o ha hecho otra persona, dale la vuelta.

el vestido está un pelín ajustado pero te sienta muy bien”

Observa qué es lo que te dices habitualmente y también qué es lo que le dices a los demás.

El perfeccionismo te puede llevar al estrés, ansiedad y a la depresión, si no te das un respiro.

¿Y tú cómo vas de perfeccionismo?

Si quieres descubrir cómo disfrutar mientras buscas la perfección, pide tu sesión de valoración gratuita aquí.

4 comentarios en «Cómo evitar que el perfeccionismo acabe con tu vida»

  1. Me encantan estos escritos que dan que pensar.
    Si jugamos para no perder, que pasa con el último aunque se haya esforzafo a tope?
    Besos

    Responder
    • Hola Marga, en muchas ocasiones lo que ocurre es que sólo se valora el resultado y no el esfuerzo. Este es otro punto a tener en cuenta. Gracias por tu aportación. Un abrazo.

      Responder
  2. Hola Montse, me encantó tu blog.
    Lo describes de forma ágil, sencilla y familiar, que te atrapa. La mejor parte son los tips para empezar a manejar el perfeccionismo, mal de muchas mujeres, casi casi una característica que nos distingue y que quizás laboralmente hablando nos contratan por ella. Que tan bueno o malo es esto último, supongo que sería digno de otro blog. Un abrazo y felicidades.

    Responder
    • Hola Connie, gracias por tus comentarios. El perfeccionismo está bastante extendido en mujeres y también en hombres. Lamentablemente es un arma de doble filo. El tema que planteas podría ser objeto de otro post. Un abrazo.

      Responder

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