Empecemos por el principio, ¿qué se entiende por ansiedad?. En mi anterior post ya lo comenté pero vamos a refrescar la memoria.
La Ansiedad no es más que una emoción que como toda emoción no es ni buena ni mala. Implica una activación de todo nuestro organismo para prepararnos ante una situación de peligro o amenaza.
Todo el organismo responde a nivel cognitivo (evaluación de la situación, planificación) a nivel fisiológico (activación de todos nuestros sentidos, la sangre se va a los músculos para poder atacar o huir, la respiración se acelera, etc) y conductual (aquella conducta que hacemos para enfrentarnos o huir).
Hasta aquí diríamos que todo va bien, es una emoción que lleva asociada una serie de respuestas y que es normal en el ser humano.
Entonces ¿qué es lo que hace que sea motivo de preocupación?, ¿qué es lo que hace que cause enfermedad tanto a nivel psíquico como físico?.
Los dos motivos principales que hacen que la ansiedad sea problemática son:
– que se mantenga en el tiempo y se vuelva crónica
– que no se acepte y se intente controlar
Algunos de los síntomas que puede provocar cada una de ellas son:
Ansiedad crónica:
- Temblores, tics, dolores (cervicales, lumbares), cansancio · Tensión arterial alta, taquicardias · Sensación de ahogo y angustia
- Falta de concentración. Memoria muy afectada
- Preocupación y problemas para dormir
- Pensamientos repetitivos y angustiosos
No aceptación y control:
- No poder estar quieto
- Falta de apetito o comer demasiado para compensar sensaciones
- Respiración acortada
- Esfuerzos por acordarse y concentrarse
- No aceptación de los pensamientos, lo que genera obsesiones y acciones compulsivas. Ansiedad generalizada.
- No hacer nada. Apatía. Dormirse
Existen rasgos de personalidad que favorecen la ansiedad. Se trata de personas que necesitan un control de lo que ocurre a su alrededor. La incertidumbre, no saber lo que va a pasar, no va con ellos.
Y lo que va a pasar precisamente no está pasando, está en el futuro. Lo que ocurre es lo que está en el presente pero para la persona ansiosa no está. Su mente se va con facilidad a ese futuro, a lo que va a pasar.
Todos lo hacemos en alguna ocasión, la diferencia es que la persona ansiosa es un experto y tiene una gran capacidad para ponerse en lo peor.
El miedo está en lo que va a venir y cuando ese futuro llega ya es presente y por lo tanto la persona ansiosa volveré a mirar hacia el futuro manteniéndose en ese estado.
Este tipo de conducta hace que la persona esté en un estado de tensión, alerta y preocupación permanentemente. Va saltando de una preocupación a otra sin detenerse. Ello provoca en muchas ocasiones la sensación de que la cabeza ya está llena y va a explotar.
La solución sería estar en el presente en lo que está ocurriendo ahora.
Actividades como la meditación, el ejercicio físico regular, técnica de relajación, son útiles y ayudan a disminuir la ansiedad.
En muchos casos salir de ese laberinto de pensamientos, requiere ayuda profesional ya sea individualizada o en grupo (talleres enfocados al tratamiento de la ansiedad, vivir el presente, tomar una mayor conciencia corporal).
Referencias: «La ansiedad es una emoción» – Dr. José Antonio García Higuera
