La Clave para Gestionar Tus Emociones es Conocer Tu Mapa Emocional

¿Te has fijado que habitualmente andas con una emoción? 

¿De qué estoy hablando?

Pues de que llevas una semana que la lagrimita aparece más de lo habitual y entras fácilmente en la melancolía.

Tal vez sea que tu cara empieza a resentirse porque tu entrecejo suele estar fruncido, acompañado de un fuego que te recorre el cuerpo a punto de saltar a la yugular de quien tienes delante.

O que andas encogida todo el tiempo y no es precisamente porque tienes frio. Sino, por lo que puede ser, tal vez ocurra, ya me ha pasado otra vez, es decir, tus temores por lo que pueda venir.

Podría ser que tuvieras esa mirada relajada y esa expresión en la cara de cuando has conseguido lo que te has propuesto o que lo que esperabas se ha cumplido.

Más personas de las que te puedes imaginar están ancladas en una emoción. Pase lo que pase, todo le lleva a la misma, puede ser enfado, miedo o tristeza.

¿Te imaginas ver y sentir cualquier situación, persona o suceso que te ocurre por el mismo filtro?

Si en tu vida predomina un único filtro, es imperativo que descubras que hay detrás de esa emoción repetida.

Obsérvarte para detectar los primeros síntomas, las primeras señales y para averiguar qué situación, persona o pensamiento lo ha desencadenado.

Qué es eso de las Emociones

El tema de las emociones no es en absoluto nada nuevo, se ha hablado y escrito sobre el mismo desde la antigüedad.

En la Grecia clásica se desarrolló la teoría de los cuatro humores, cada uno de ellos correspondía a 4 sustancias que contiene el cuerpo humano. Su déficit o exceso sería el motivo del desarrollo de enfermedades o estados de ánimo: sanguíneo, colérico, melancólico y flemático.

Desde entonces se han realizado muchos estudios, investigaciones y desarrollado teorías sobre qué son las emociones, su origen, tipos, etc.

Aunque durante mucho tiempo se ha hablado de seis emociones básicas un reciente estudio publicado en Current Biology y llevada a cabo por investigadores de la Glasgow University, en el Reino Unido, ha concluido que son 4 las emociones básicas (miedo, enfado, alegría y tristeza).

A partir de estas hay matices y variaciones que nos dan un rico y amplio abanico de posibilidades.

Aunque hay emociones que te puedan resultar más atractivas y deseables, lo que es cierto es que todas ellas forman parte de ti y tienen un sentido y finalidad.

Digo que forman parte de ti porque no son más que la reacción ante los estímulos provocados por sucesos, objetos, personas, lugares o recuerdos.

Esta reacción tiene un componente fisiológico (expresiones faciales, músculos, sistema endocrino, sistema nervioso,etc) y conducta, impulsándote a acercarte o a alejarte de aquello que te la desencadena.

Tienen una función adaptativa de nuestro organismo a lo que nos rodea.

Los niveles de maduración emocional por los que has pasado

Si pensamos en cuando eras un bebé, tu manera de reaccionar ante lo que te ocurre es a través del llanto, la risa, los gritos y parece lo más normal y habitualmente aceptado. Porque en realidad expresabas lo que te pasaba (hambre, te duele algo, estás contenta, reclamas atención…)

Un bebé tiene sensaciones (vacío en el estómago, siente la humedad del pañal, el escozor, el frio, los sonidos fuertes, calidez) todo ello son sensaciones de placer o displacer que expresabas automáticamente sin ningún tipo de filtro.

En la medida que fuesen atendidas tus demandas aprendiste a seguir expresándolas o a reprimirlas. Tal vez, descubriste que alguna emoción no era bienvenida en tu entorno.

A partir de aquí se abre un largo camino en tu desarrollo para expresar lo que sientes, para poder ponerlo en palabras, para poner filtros, para reconocer tus emociones o poco a poco silenciarlas.

Hacia los 2 años pudiste empezar a mostrar empatía sin que todavía fueras muy conscientes de ello y a los 4 años ya podías identificar y entender las emociones básicas y las distintas respuestas.

Durante todo este periodo lo habitual es que expresaras lo que sentías no tanto verbalmente, si no con tu conducta, (llanto, risa, grito, salir corriendo, etc).

En la adolescencia ya existe plena capacidad para reconocer las emociones propias y la de los demás. En este momento pudieron o no aparecer problemas en cuanto al manejo de las emociones y su expresión.

A partir de la relación e interacción con tu entorno fuiste desarrollando la auto valoración.

En todo esta evolución por la que has pasado, es cuando vas desarrollando tu capacidad para gestionar las emociones:

  • para reconocerlas en los demás (nivel de empatía)

  • para aceptarlas

  • expresar tus propias emociones y sentimientos

  • resistencia a la frustración

  • actitud ante la vida

  • auto valoración

¿En qué momento te encuentras?

¿Hay alguna emoción que se te resista?

¿Cuál es tu mapa emocional?

Seguramente ya sabes lo que te voy a decir, ¿verdad?

El primer paso es el auto conocimiento y para ello observarte y estudiarte y nadie mejor que tú lo puede hacer.

Te propongo el siguiente Plan para una semana:

  1. Observa por la mañana con qué emoción o sentimiento empiezas el día

Te permitirá detectar cual es tu punto de partida y si es igual o variable.

  1. Identifica qué pensamientos son los que has tenido en ese momento

Ya sabes, los pensamientos generan emociones y cambian nuestro estado.

  1. Revisa por la noche antes de irte a dormir, cómo ha sido tu día y qué es lo que destacarías.

Sobre ese hecho, suceso o actividad ¿cuál era tu emoción?

  1. Reflexiona al finalizar la semana qué es lo que predomina, si hay algo que se repite y a partir de ahí saca tus conclusiones.

Se trata de OIRR, oírte, poner atención en lo que piensas, en lo que sientes y en lo que haces.

Como comente en el post de la semana pasada Lo Verdaderamente Importante es Tu Compromiso Contigo misma.

Se trata de de ti de ¿Cuál es tu compromiso contigo misma?

Y si quieres subir nota, como decían en el cole, haz un viaje al pasado y revisa qué relación había en tu familia con las emociones.

  • ¿Nunca nadie se enfadaba?

  • Cualquier pequeño suceso se convertía en un drama.

  • Llorar era de débiles.

  • Siempre hay que demostrar entereza aunque por dentro estés destrozado.

  • Todo hay que aceptarlo con una sonrisa y alegría.

Busca tu frase.

En lo que la mayoría de expertos están de acuerdo es:

  • Existe una emoción asociada al carácter.

  • La emociones se van sucediendo y cambiando a lo largo del día aunque no seamos a veces plenamente conscientes.

  • El estado emocional afecta sobremanera al estado de salud, agilidad mental, relaciones.

  • Es posible cambiar el propio estado mediante técnicas concretas.

  • La capacidad de gestionar la emociones está directamente relacionada con la excelencia personal y profesional y la felicidad.

Estoy convencida de que cada paso que des por pequeño que sea te acercará a conseguir todo aquello que te propongas. Te animo a que compartas tus pasos aquí en el blog para seguir creciendo en esta Comunidad de Mujeres con Recursos.

2 comentarios en «La Clave para Gestionar Tus Emociones es Conocer Tu Mapa Emocional»

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