Los 3 errores que debes corregir si no quieres acabar amargada

Seguro que te suena lo de tropezar con la misma piedra.

Y es que somos repetidores, no de curso, sino en nuestro comportamiento, en nuestra manera de actuar.

Hacemos una y otra vez lo mismo y a veces ni nos damos cuenta.

Sobre este tema puedes ver el post «Crónica de una conferencia frustrada».

Si me he decidido a escribir este post no es para que si cometes alguno o incluso todos estos errores, te eches un sermón. No, nada más lejos de mi intención.

Simplemente quiero que te sirva de recordatorio, toque de atención, poner más conciencia o como a ti te suene mejor.

Porque como ya está más que comprobado el auto conocimiento, el poner conciencia, darnos cuenta, es el primer paso.

Cuanto más te conoces, más claridad hay. El autoconocimiento no tiene final no alcanzas un logro, no llegas a una conclusión. Es un río sin final. Krisnhamurti

TIRANDO DEL HILO O COMO SABER ALGO MÁS SOBRE LO QUE TE OCURRE

Algunos aspectos sobre los que puedes centrar tu atención son:

  • de qué es lo que haces habitualmente,
  • qué es lo que te perturba,
  • cómo reaccionas ante situaciones determinadas de incertidumbre, frustración, presión, etc.,
  • cómo te comunicas con los demás,
  • qué tipo de actitud es la que adoptas habitualmente ante situaciones nuevas,
  • qué actividades, relaciones, tareas, etc, son las que te motivan, inspiran, te proporcionan alegría.

Porque al descubrir qué es lo que piensas, sientes y como actúas, es como cuando encuentras el hilo de la madeja y empiezas a deshacer el nudo, el lío que a veces se ha hecho y no sabes cómo empezó.

Así que tirando de este hilo es cómo puedes llegar, poco a poco, a desenmarañar qué es lo que te mantiene donde estás (bloqueada, con ansiedad, enfadada, insatisfecha, desmotivada, triste, estresada) y qué es lo que te permite salir de ahí y transformarlo en claridad, alegría, tranquilidad, motivación, empuje, en definitiva en bienestar contigo misma y con tu vida.

ERROR Nº 1: ATRAPARTE EN EL PASADO CON LOS DEBERÍA

¿Te dices a ti misma “debería de haberle dicho….” “no debería de haberle llamado” “tendría que…”?

Estar continuamente mirando hacia atrás y diciéndote lo que deberías o no deberías de haber hecho, lo que está mal, lo que hiciste mal, en qué te equivocaste y quedarte atrapada en ese discurso, lo único que haces es generarte un estado de insatisfacción permanente.

Si sólo pones foco en lo que no te gusto, estuvo mal, no fue como te habría gustado y te lo repites una y otra vez ¿qué es lo que consigues?

¿Conseguirás cambiar el pasado?

Sólo te estás enviando a ti misma mensajes negativos. Es como si te revolcaras en el barro una y otra vez porque te has caído.

Si quieres seguir sintiéndote frustrada, culpable, triste o enfadada contigo misma, te animo a que sigas revolcándote.

Ahora bien, si no quieres mantenerte así, si quieres seguir adelante con tu vida, simplemente registra qué es lo que has aprendido de lo que te ha ocurrido porque eso que ocurrió ya forma parte del pasado y se acabó.

Tal vez te sirva apuntar en una libreta con qué tenía que ver:

  • ¿tiene que ver con una persona determinada o un tipo de persona?

  • ¿tiene que ver con tareas para las que no te sientes preparada?

  • ¿tiene que ver con momentos en los que estás cansada?

  • ¿tiene que ver con sentirte cuestionada?

Una vez lo tengas registrado ya sea mentalmente o por escrito, déjalo pasar y céntrate en lo que hay ahora. Perdonate, se tolerante contigo misma y simplemente sigue con tu vida.

Lo que conseguirás es rebajar y minimizar el efecto negativo que produce en ti el sentimiento de culpa.

Seguramente llegará un momento en el que suceda algo similar y podrás tener esa conciencia que te permitirá encontrar otra manera de abordarlo.

ERROR Nº2: JUZGARTE Y JUZGAR A LOS DEMÁS

El juicio que haces de ti misma y de los demás tiene que ver con tus creencia y a su vez con todas aquellas ideas que te han acompañado a lo largo de tu vida y que has ido haciendo tuyas.

Puede ser que juzgues, tu manera de hablar, tu aspecto, una determinada conducta porque según tus filtros no pasan el aprobado.

También juzgarás a los demás por su aspecto, por su manera de hablar, por sus creencias, costumbres, manera de pensar, lo que sea.

Juzgarte continuamente te puede limitar ya que no harás determinadas actividades, no expresarás tu opinión por si no está bien vista, por lo que puedan pensar los demás, porque está en contra de las buenas costumbres.

Todo ello puede hacer que cada vez te sientas menos valorada, aunque realmente eres tú quien no te valoras.

En muchas ocasiones el juicio hacia los demás tiene que ver con un nivel de empatía bajo, con rigidez de pensamiento, con falta de información, con una percepción parcial de la realidad, con un mapa reducido.

El juzgar a los demás puede llevarte al distanciamiento a estar en una torre desde la que observas a los demás y les evalúas.

Criticas lo que hacen y dicen, cómo son, el aspecto que tienen, lo que valoran, lo que es importante para ellos.

Es muy fácil caer en el juicio, te lo puedo asegurar. No nos damos cuenta muchas veces.

¿Qué puedes hacer para reducir tu ruido mental juzgando?

  • Busca otro punto de vista cuestionándote si realmente existe una única verdad, una única opción.
  • Busca el lado positivo de la otra persona no te quedes en lo negativo. Piensa que en el fondo existe una intención positiva para cada conducta.
  • Ponte en el lugar de la otra persona. Recuerda que en el fondo somos todos muy parecidos.

ERROR Nº 3: NO ASUMIR TU PARTE DE RESPONSABILIDAD

Este error se presenta de diferentes maneras, puede ser pensar que lo que nos ocurre, o la situación en la que nos encontramos, el tipo de vida que llevamos, o el trabajo que tenemos es fruto de las circunstancias.

NO te engañes, la realidad es que, donde te encuentres ahora, cómo te sientes, qué trabajo tienes, que tipo de relación de pareja disfrutas, que amistades tienen, que papel juegas en tu familia, etc tiene que ver con las decisiones que has tomado a lo largo de tu vida.

El lugar en el que estás ahora depende de las decisiones que has tomado hasta ahora.

Pensar que es debido a la suerte, a tu familia, a tu pareja, a tu jefe, etc. es otorgar un gran poder a los demás sobre tu propia vida. Es mirar hacia afuera en lugar de mirar hacia dentro.

La próxima vez que te descubras a ti misma diciendo o diciéndote si no me hubiera dicho, es que no puedo hacer nada, es que no depende de mi, es que la crisis, … hazte alguna de estás preguntas:

  • ¿podría haber hecho algo diferente?
  • ¿qué es lo que no he hecho?
  • ¿qué es lo que sí depende de mi?
  • ¿he llegado hasta el final?

Si en tu lista tienes alguno de estos errores, no te preocupes como te decía son de los más habituales. No bostante, también te digo que no te quedes con aquello de “Mal de muchos, consuelo de tontos”.

Lo único que nos muestra es que es algo tan habitual en el ser humano independientemente de la raza, sexo, condición social, que lo mejor es tomárselo con filosofia y simplemente transformarlo poco a poco a través de la aceptación, tolerancia, perseverancia y paciencia.

Porque todos tenemos en nuestras manos el poder de transformar nuestras vida y Tú también puedes transformar la tuya.

Me gustaría saber cual es tu relación con estos tres errores u otros que tengas detectados.

Deja un comentario

Quiero superar el estrés que sufro en mi trabajo

¿Cómo puedo hacerlo?

Te Escucho

Escríbeme una consulta en este formulario y te contesto lo antes posible.

Terapia Individual en Barcelona (Sant Andreu-Nou Barris) y online vía zoom en donde quieras que estés