Lo que tienes que hacer para no quedarte atrapada y paralizada

¿Quieres decidir sin equivocarte?

¿Saber con absoluta certeza que la opción que eliges es la indiscutible?

La mayoría estamos en eso. ¡Que maravilla siempre acertar!

¡Que sensación de ligereza en el cuerpo y en la cabeza!

¿No la notas?

El aire entra en tus pulmones como una brisa que te llena de frescor y abre todo tu cuerpo, relaja tus hombros, tu espalda, tu cara…

Ay! pero cuando miras hacia atrás ves que te equivocaste cuando decidiste aceptar aquel trabajo o cuando decidiste empezar aquella dieta o cuando cambiaste de casa o cuando … así en tu retina, en tu memoria, aparecen todas esa decisiones espantosas.

Y te asaltan las dudas en este momento que tienes que tomar de nuevo otra decisión trascendental, porque ¡te equivocas tanto!

Notas esa sensación desagradable en el estomago, que tu cuerpo se cierra, que la cabeza está más que llena y como poco a poco aparece la tensión y más tensión.

Jamás dejes que las dudas paralicen tus acciones. Toma siempre todas las decisiones que necesites tomar, incluso sin tener la seguridad o certeza de que estás decidiendo correctamente. Paulo Coelho.

Decidir, elegir una opción. Esa es la cuestión.

Una vez había, en un país muy lejano, un rey que tenía una peculiar manera de tratar a sus prisioneros de guerra. Dicen que hacia que los llevaran a una enorme sala, los ponía en filas en el centro de la sala y les gritaba:

– ¡Os daré una oportunidad! ¡Mirad el rincón que hay a la derecha de la sala!

Los prisioneros observaban algunos soldados provistos de arcos y flechas listos para cualquier acción.

– Ahora – continuaba el rey -, mirad hacia el lado izquierdo.

Los prisioneros miraban hacia aquel lado, donde había una puerta grandiosa de aspecto grotesco y horrible, decorada con cráneos humanos y que tenía la mano de un cadáver como picaporte.

El rey se ponía con las piernas abiertas en el centro de la sala y gritaba:

– ¡Ahora escoged! ¿Qué preferís: morir atravesados por las flechas o abrir rápidamente aquella puerta negra y pasar al recinto que hay detrás?

Todos los prisioneros actuaban igual: se acercaban a la puerta, pero, al ver la terrible decoración, cambiaban de lado y escogían la manera más rápida y segura de morir: las saetas.

Finalizada la guerra, uno de los soldados del pelotón de las flechas, a pesar del miedo que sentía, preguntó al rey con reverencia:

– Disculpa mi atrevimiento, Majestad, pero, ¿puedo haceros una pregunta que siempre me ha intrigado?

– Adelante, soldado – respondió el rey.

– Señor, ¿que hay detrás de la puerta negra?

– Tu mismo, soldado, ves y abre la puerta.

El soldado se acercó y poco a poco, abrió con cautela la terrible puerta. Mientras lo hacia sintió sobre la piel la tibieza de un rayo de sol, y un delicioso aroma a hierva fresca lleno la estancia. La puerta negra daba a un campo donde nacía un gran camino. Era la salida hacia la libertad.

La opción de escoger” (extraído del libro “Tu mateix” de Jaume Soler y M. Mercè Conangla

¿Qué es lo que te ha llamado la atención o te ha sorprendido?

¿Te dice algo sobre ti o te ha recordado algo?

Ya sabes que me gustan los cuentos por su poder de sacar a la superficie sentimientos, creencias, experiencias olvidadas que te ayudan a reflexionar, a descubrir, a cuestionar aspectos fundamentales de ti misma.

Puede ser que en este momento no te diga nada especial, en ocasiones necesitamos de un cierto tiempo para reconocer lo que hay, para captar esa frase o palabra que conecta con algo tuyo.

Por suerte en la mayoría de las decisiones que tomas no esta en juego tu vida. Aunque a veces si está en juego tu autoestima, tu motivación, tu tranquilidad, tu crecimiento o tu salud mental.

La ventaja es que tienes otra oportunidad y ya sabes, de los errores se aprende y mucho.

Aquello que repites una y otra vez, es la señal, es el hilo del que puedes ir tirando para deshacer el ovillo y a medida que lo haces, encontrarás otras alternativas.

Se tratará de tomar otras decisiones.

Y será la decisión ideal para ese momento y las circunstancias en las que te encuentras. De vez en cuando sé un poco osada y arriesga dejándote llevar por tu intuición.

Una vez la hayas tomado sentirás esa ligereza que te comentaba al principio. Seguro que será la misma que has sentido cada vez que en tu vida has tomado la decisión óptima, porque estoy convencida de que han habido muchas de ese tipo.

Y ahora te propongo que tomes otra decisión osada y es compartir aquí tu experiencia o tu opinión, tu eliges.

Gracias por estar aquí.

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