Seguro que has oído hablar del subconsciente.
¿ Y del efecto placebo?
Si no has oído hablar, te resumo brevemente.
Hace referencia a como un medicamento que no tiene ningún principio activo, es decir, que realmente no tiene el componente químico necesario para curar determinada enfermedad, produce en determinados pacientes el mismo efecto que el medicamento real.
El placebo podemos definirlo por lo tanto, como cualquier procedimiento médico o sustancia que produce un efecto en el paciente por el poder de su intención terapéutica, no por su naturaleza en sí misma.
Que ciertos medicamentos funcionen, no solo depende del principio activo que los componen sino también de si el paciente piensa que funcionará o no, es decir, de la fe o convicción de que el tratamiento funcionará.
Se calcula que alrededor de un 30% de la población responde al efecto placebo. En algunos estudios ese porcentaje se ve altamente incrementado.
La convicción y la fe
Estoy convencida de que has conocido a alguna persona que ha perseguido con toda su energía aquello que quería conseguir. Puede ser estudiar una carrera, conseguir un determinado tipo de trabajo, conquistar a un chico/a, llegar a hacer una maratón, tener su propio negocio.
Habitualmente detrás de esa perseverancia esta la convicción de poderlo conseguir, el deseo ardiente y posiblemente la fe.
Y lo que ocurre cuando existe esa convicción, ese deseo y fe en lo que anhelamos, es que ya lo podemos ver, en nuestra cabeza ya existe de alguna manera.
¿Qué es lo que deseas en este momento ardientemente? ¿Con todo tu ser?
Tal como un hombre cree, siente y está convencido de ello, así es la condición de su mente, cuerpo y circunstancias.
Joseph Murphy
Al final el conseguir lo que deseas o no tiene que ver contigo. Está íntimamente relacionado con tu mundo interno. Tiene que ver con la relación que tienes con tu subconsciente.
¡Imagina el potencial que tenemos¡
¡Imagina todo lo que puedes llegar a hacer y conseguir!
El poder del subconsciente
La información que captamos inconscientemente es, con diferencia, mucho mayor que la que podemos procesar conscientemente.
Piensa en ti como la jardinera que va planteando semillas (pensamientos) en tu jardín, tu mente subconsciente.
Cuando te dices a ti misma no puedo, estás sembrando esa semilla que recogerá tu subconsciente y que hará que crezca y florezca. En la medida que sigas plantando en tu jardín ese tipo de flores, se irá impregnando de esos no puedo, es imposible, soy un desastre, la vida es muy dura, los demás lo tienen muy fácil, me tienen manía, no voy a conseguir ese trabajo…
Y un sinfín de semillas, que irán germinando y con las cuales tu subconsciente irá cosechando y creando tu ambiente, tu estado emocional.
Tu subconsciente no diferencia entre pensamientos reales o no reales, lógicos o ilógicos, para él todo es válido.
Cuando comiences a controlar tus procesos mentales, cuando selecciones las semillas, podrás aplicar el poder de tu subconsciente a cualquier problema o dificultad que tengas.
UNA LEYENDA HINDÚ
Una antigua leyenda hindú cuenta que había un tiempo en que todos los hombres eran Dios. Se dice que abusaron tanto de su divinidad que Brahma, su Dios supremo, decidió quitarle el poder divino y esconderlo en un lugar inaccesible. El gran problema fue encontrar un escondite apropiado. Cuando los dioses menores fueron convocados para solucionar el problema, propusieron:
– Podríamos enterrar la divinidad del hombre debajo de tierra.
Brahma respondió:
– No será suficiente. El hombre cavará y cavará hasta que al final la encontrará.
Entonces los dioses propusieron:
– En este caso, podríamos esconder la divinidad en el fondo de los océanos.
Brahma respondió:
– No, porque tarde o temprano el hombre explorará el fondo de los océanos y seguramente un día la encontrará.
Entonces los dioses menores dijeron:
– No sabemos donde esconderla. Parece que no hay lugar en el cielo ni en la tierra donde el hombre no pueda descubrirla algún día.
Y Brahma dijo:
– He aquí lo que haremos con la divinidad del hombre: la colocaremos en el fondo de el mismo. Este es el único lugar donde nunca se le ocurrirá buscar.
Desde la noche de los tiempos, dice la leyenda, el hombre ha dado la vuelta a la Tierra, la ha explorado, ha escalado, navegado i cavado, buscando una cosa que llega en su propio interior.
Extreaido de “Tu mateix” Mercè Conangla y Jaume Soler
Cómo seleccionar las semillas y cultivar tu jardín
1– Observa el tipo de pensamientos que sueles tener
En muchas ocasiones de un pensamiento objetivo fruto de lo que captamos con nuestros sentidos ya sea del exterior o interior nuestro (me ha mirado, ha cerrado un ojo, el volumen de la voz es más agudo de lo habitual, etc) lo transformamos en uno subjetivo o en una interpretación de lo que eso quiere decir (está pendiente de mi, se está insinuando, se ha enfadado, etc).
Antes de que un pensamiento pueda convertirse en una interpretación con tintes negativos, haz que ese pensamiento se diluya, no le dejes crecer.
Los pensamientos subjetivos tienen un componente emocional que es lo que hace que tengan un efecto en nuestro subconsciente.
Utiliza ese mecanismo para introducir pensamientos asociados a una emoción que te ayuden.
Usar afirmaciones impregnadas de emoción sera una forma de aprovechar con éxito en el poder de la mente subconsciente, si lo repites día a día con pasión y vigor.
2- Centra tu atención en lo positivo
Si estás acostumbrada o estás en una etapa de tu vida donde predominan los pensamientos negativos, es necesario que empieces a generar otro tipo de pensamientos.
Al principio te podrá resultar difícil pues tienes el hábito creado. Empieza por centrar tu atención a lo largo del día en aquellas pequeñas o grandes cosas buenas que te sucedan a ti o a tu alrededor.
En aquello que pongas tu atención será lo que encontrarás.
«Lo que sembramos en nuestra mente subconsciente y nutrimos con la repetición y la emoción un día se convertirá en una realidad.»
Earl Nightingale
3- Lleva un registro de las cosas buenas que hubo en tu día
Durante una semana lleva un registro de esas cosas buenas que han habido.
Cuando pasees o vayas por la calle, pon tu atención en todo lo que hay a tu alrededor de lo que puedes estar agradecida.
Agradecida del sol, del aire, de una sonrisa…
Estarás preparando a tu mente subconsciente para que reciba los pensamientos que quieres cultivar.
4– Enfócate en aquello que deseas conseguir y cuídalo
Cuando desees una cosa (sentirte con más confianza, estar más tranquila, mejorar tu comunicación con tu pareja) la mejor manera de informar a tu mente subconsciente es la repetición del pensamiento.
En primer lugar, planta las semillas de tu deseo, y luego riégalas con la repetición constante. Si lo haces al finalizar el día antes de irte a dormir será más efectivo.
En ese momento tu mente subconsciente está activa aunque tu estés descansando y recibe mejor esa semilla.
Seguramente será más de un deseo o asuntos sobre los que quieres que haya un cambio, pero céntrate en uno sólo porque una semilla después de haberse plantado se tiene que regar y cuidar para que germine, crezca y florezca.
¿Qué semillas vas a plantar próximamente? Explica cuál es tu experiencia con tu subconsciente.
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Me parece genial,hay que sacarle probecho al subconsiente,para vivir mejor.
Gracia Emilio. Tenemos muchos recursos internos que en muchas ocasiones por desconocimiento no los utilizamos a nuestro favor. Un cordial saludo.