La astenia primaveral no está considerada una enfermedad y por lo tanto no requiere un tratamiento como tal.
Cada año con la llegada de la primavera podemos oír que más de una persona comenta tener astenia primaveral para indicar que está apática o cansada.
La astenia es motivo de consulta durante todo el año y puede deberse a diversos factores: anemia, efectos secundarios de medicamentos, hipotensión, etc. Los síntomas típicos de la astenia son el cansancio, la apatía, la fatiga generalizada, la somnolencia diurna, la dificultad para concentrarse.
Se entiende por astenia primaveral una sensación de fatiga y debilidad generalizada que normalmente aparece con la llegada del buen tiempo en un parte de la población. Se caracteriza por: tono vital bajo, fatiga, tristeza, cansancio, somnolencia, dolores de cabeza, trastornos del sueño, del apetito, de la libido.
En algunas ocasiones va asociado con enfermedades como pueden ser las alergias propias de esta época del año o mentales como puede ser la depresión o trastorno bipolar. En estos casos no es la causa de, si no un factor más que se une a la sintomatología. También en situaciones de estrés crónico puede contribuir a incrementar los síntomas.
¿Cuál es la causa?
Los cambios que se producen en esta estación del año, de temperatura, luminosidad, humedad, presión; podrían ser la explicación a estos síntomas. Nuestro cuerpo tiene un reloj biológico que responde a esos estímulos externos. Está comprobado que la luz es un elemento básico y los cambios que se producen afectan a nuestra salud. En los países donde hay menos horas de luz al día la incidencia de la depresión es mayor.
Cada persona responde a estos cambios de diferente manera, hay a quien apenas le afecta y hay quien necesita varias semanas para adaptarse a ellos.
¿Cómo solucionarla?
Así que si estos síntomas aparecen en este periodo estacional y no hay sospecha de que pueda ser debido a otras causas las pautas a seguir son:
– Descansar y dormir todo lo que sea necesario
– Realizar una dieta equilibrada y con horarios adecuados
– Relajarse
– Realizar actividad física (yoga, danza oriental, movimiento expresivo) que permita incrementar la energía y la sensación de bienestar