Qué Hacer con la Soledad cuando te Aprieta y te Sientes Extraterrestre

Qué-hacer-con-la-Soledad

Qué hacer con la soledad. ¿Cómo salir de la soledad?

Te lo habrás preguntado cuando te has sentido sola. La fría soledad.

Apuesto a que sí. Aunque haya sido unos instantes. Y no me refiero a estar en un lugar aislado sin nadie físicamente a tu alrededor.

A eso le llamo estar conmigo misma y en ocasiones, ¡que placer estar sola! Que necesidad de esos impagables momentos contigo misma sin tener que estar pendiente de nadie.

Esos, a veces, los echo de menos, son diamantes que de vez en cuando encuentro.

No es de ese tipo de soledad de la que te hablo, me refiero a esa sensación de que no hay nada, ni nadie a quien agarrarte. De estar sola ante el peligro, ante la vida o simplemente en una situación concreta con la que tienes que lidiar.

Cuando además, te ha abandonado toda tu actitud positiva. Cualquier frase o sensación de aliento te suena vacía, hueca, vamos que no te la crees.

Cuando te parece que no encajas, que has hecho o dicho algo que no era correcto.

Cuando tienes la sensación de que te has portado mal y todo el mundo te da la espalda. Que no les interesas ni un ápice o tal vez te miran como a un bicho raro.

¿Te has sentido así alguna vez por unos instantes?

Qué Hacer con la Soledad de los Primeros Años

Me acuerdo en el cole cuando tenía 5 años todavía estaba en preescolar, colegio de monjas (qué tendrán los colegios de monjas!). Era una clase con mesas redondas llevábamos bata de rayas azules o puede que verdes y blancas, no sé. Ese tipo de detalles no lo recuerdo mucho.

Sì, me viene a la mente la imagen de las demás niñas consolando a otra compañera y yo alejada. Es como si las viera allí y yo no me puedo acercar porque me van a rechazar. Porque he hecho algo malo, sin tener muy claro por qué o qué ha sido. Tal vez he dicho algo de la otra niña o le he criticado.

Pero ahí estoy castigada, con el castigo peor, el del rechazo, la indiferencia. Apartada del grupo, no aceptada por el resto de compañeras.

Y escribiendo estás lineas me doy cuenta que es una situación, vivencia, que se ha repetido en el tiempo.

La sensación de no pertenencia, de no estar dentro, de ser diferente, de no encajar.

El deseo de estar con el resto y al mismo tiempo revelarme contra ese encaje, esa necesidad de ser igual.

Aunque era una alumna con buenas notas y buena niña, había algo en el ambiente que no podía digerir. Creo que desde pequeña he tenido un cierto olfato para detectar la hipocresía y ese era el motivo por el que nunca me sentí formar parte de aquel colegio.

En esta ocasión se solucionó cuando con 8 años me cambiaron de colegio.

Necesitas-estar-solo

Qué Hacer con la Soledad Cuando no sigues la Corriente

¡Alegría!, ¡alegría!, me dijo un compañero hace ya, ni me acuerdo los años, en una fiesta de Navidad de empresa ante mi cara impasible y puede que incluso bastante seria.

Me habían hecho un regalo del amigo invisible que no me gustó nada, mejor dicho que hizo que me sintiera fatal y avergonzada. Era la chica nueva en la oficina y estaba claro que sería el foco de uno de los “regalo broma” de ese año.

¿Por qué no puedo ser yo?

¿Por qué tengo que pensar de la misma manera? ¿Por qué tengo que reír los chistes, si los encuentro insulsos? o como mucho, simplemente me provocan una ligera sonrisa.

¿Por qué tengo que soltar carcajadas sonoras? ¡No me salen!, si no me dice nada. En este momento no aparecen.

¿Cómo iba a reír la broma? ¡No me hacia reír!

Lo único que quería era que acabara todo y hacerme invisible.

¿Tenía que seguir la broma para quedar bien? ¿ para ser una más en el grupo?

¿Si no les reía la gracia estaba ya vetada?

Y me sentía lejos.

Era querer formar parte de y al mismo tiempo no sucumbir al grupo, mantener mi integridad.

Me gustan algunas partes de lo que veo, pero quiero seguir siendo yo misma.

Si en algún momento sí que me siento impregnada de la alegría, ternura, malestar o los sentimientos que haya, entonces sí los voy a expresar sin ningún problema, siendo genuina.

Y cuando no están, aceptar que no están y aceptar que sí existen en los demás.

Tal vez lo más difícil es estar preparada para que los demás no acepten lo que yo siento o soy capaz de expresar.

Todos no somos iguales ni tenemos el mismo nivel emocional.

Y arriesgarme a que no les guste, a los comentarios, a las recriminaciones o indirectas y poder oírlas, aceptarlas sin que por ello me sienta culpable o me sienta sola porque no sigo o comparto lo que puedan sentir o la manera de expresar de la otras personas de ese grupo.

Es una lucha continua en la que a veces gana el ser honesta conmigo misma y otras veces el encajar.

LA ALEGRIA DE PODER SER

Después de haber pasado por una extensa y variopinta lista de equipos de trabajo, equipos deportivos, grupos de actividades de danza, mamás y papás del colegio, grupos de formación, de desarrollo personal y de terapia de grupo, he ido aprendiendo a mostrarme cada día un poco más como soy.

Lo que lo ha hecho posible es la experiencia que da la vida y que siempre nos hace crecer a todos.

Y sin lugar a dudas, la experiencia que proporciona cualquier actividad de desarrollo personal y la Psicoterapia, me ha permitido realizar cambios fundamentales en mi manera de relacionarme.

Me he dado cuenta que depende más de mi que de los demás, más de aceptar que puedo o no encajar, que me puede o no gustar como son los otros.

Y si las diferencias son abismales y no hay ningún punto de encuentro, ni siquiera el que aporta tener una percepción diferente, entonces ese grupo no es para mi.

La-Soledad-que-se-puede-sorportar

SI NO PUEDES CON TU SOLEDAD,

SOLICITA TU SESIÓN DE VALORACION GRATUITA

EN ESTE FORMULARIO ME PUEDES DAR MÁS DETALLES

Y DEJARME TUS DATOS

TE CONTESTO EN 48H MÁXIMO

No obstante, cuando se produce un momento mágico, ese momento en el que siento que puedo ser, con mis dudas, temores, tonterías, ideas, habilidades, capacidades, y poder comprender y aceptar las dudas, molestia, alegría, valentía, rarezas … de los demás, es cuando estar y ser genuina es fácil.

No tengo que esforzarme en nada, simplemente ser y siendo me aflojo, me siento apoyada, equilibrada y segura.

El sentimiento de soledad ya no está porque lo que hay son momentos de estar sola.

No descarto que pueda volver a aparecer otro instante de soledad pero no me preocupa en este momento y seguro que será otra prueba de la que saldré fortalecida.

¿Cómo son los momentos de soledad para ti? Me gustaría que compartieras tu experiencia.

6 comentarios en «Qué Hacer con la Soledad cuando te Aprieta y te Sientes Extraterrestre»

  1. Mi soledad se basa en la «no pertenencia» a nada ni a nadie. De alguna manera siento que estoy fuera de la «tribu». Tengo hijos, nietos y algunos amigos, con ellos se comparten momentos pero no sentimientos profundos, no vida. Supongo que la edad tiene bastante que ver

    Responder
    • Hola Mercedes, no sentirse parte de la «tribu» a veces tiene que ver con la necesidad de mantener la independencia personal o libertad. Con la edad cambiamos la manera de percibir muchos aspectos de la vida (las relaciones, lo que es prioritario, valores, etc) y puede hacer que haya un mayor distanciamiento de las personas cercanas a ti aunque siga existiendo lazos de unión y cariño. Si esa soledad te resulta pesada, te recomiendo que profundices un poco más en qué es lo que la alimenta. Muy agradecida de que hayas compartido tu experiencia. Un fuerte abrazo

      Responder
  2. para mi hay dos tipos de soledad, la de estar solo y la de sentirse solo, esta segunda es la que mas duele, después de enviudar y de que los hijos dejaran el nido me quede sola pero nunca me he sentido así, aunque si tuve mas de una ocasión de sentirme sola cuando estábamos lo 4 eso es dolor, a día de hoy el solo recuerdo me inunda los ojos.

    Responder
    • Hola Araceli, Me alegra volverte a ver por aquí! Como bien dices una cosa es estar sola y otra sentirte sola. Estar sola puede ser deseable en algunos momentos como comento en el post. Está también relacionado con el carácter de cada persona. Hay quienes necesitan estar casi siempre con alguien a su lado. Muchas veces es que no soportan estar solos consigo mismos. Personalmente, la soledad en compañía creo que es la peor y entiendo lo que comentas. Muchas gracias por compartir tu sentir. Un fuerte abrazo,

      Responder
  3. Creo que lo que más lleva a la soledad es la vergüenza. Pero no esa vergüenza superficial y momentánea, saludable, que llega ante alguna metedura de pata o falta de habilidad. Si no la vergüenza profunda y constante de una misma, sentirte avergonzada de ti.
    Porque cuando no reaccionas como los demás esperan, o no eres lo que los demás desean, pero te sigues aceptando, sigue habiendo comunicación, una conexión con los demás. Pero cuando tú misma lo rechazas, ¡ay!, entonces viene la ruptura, la soledad fría.
    Yo he sentido todo esto, y creo que en muchos casos es así.
    Nunca te vas a sentir sola cuando eres cómplice de ti misma.
    Así es como vivencio yo la soledad, como estar alejada de mi, rechazándome yo, sin darme apoyo y consuelo yo. Pero cuando yo estoy ahí por encima de todo para mí, ya pueden los demás reaccionar como sea…

    Pero cada persona es un mundo, seguro que otras personas tienen otra vivencia de su soledad fría.

    Gracias por este artículo tan maravilloso. Es un tema complicado el de la soledad, y doloroso cuando se está en ella.

    Responder
    • Hola Bea, Muchas gracias. Sí, es verdad la soledad es un tema que da mucho de sí y cada persona la vive muy diferente y puede cambiar a lo largo de la vida. Cuando uno no se acepta a si mismo, ahí estás totalmente desvalido ante lo que venga de fuera y lo peor, lo que venga de ti. Ahí si que hay mucho frío. La aceptación y la compasión hacia uno mismo es la clave. Encantada y agradecida de que compartas tu vivencia. Un fuerte abrazo,

      Responder

Deja un comentario

Quiero superar el estrés que sufro en mi trabajo

¿Cómo puedo hacerlo?

Te Escucho

Escríbeme una consulta en este formulario y te contesto lo antes posible.

Terapia Individual en Barcelona (Sant Andreu-Nou Barris) y online vía zoom en donde quieras que estés