Tal vez te ocurre que cuando haces la lista de todas esas cosas que tienes que hacer te entra el pánico.
¡Oh Dios mio! !Que barbaridad, no es posible¡
Te entra angustia o tu cabeza empieza a ir a mil
por hora imaginándote todo eso que quieres
hacer.
Pero ¿por dónde empiezo?
Te voy a dar una pista. En este caso, no podemos decir aquello de imaginación al poder. Porque imaginar y pensar no sirve de gran cosa, el tema aquí es Hacer.
¿Qué es lo que hace que tengas esa lista tan maravillosa?
Algo que seguramente haces con más frecuencia de lo que piensas o eres consciente.
Voy directa al grano, hablo de postergar. Sí, dejar para después eso que tienes que hacer.
¿Te dices alguna de estas frases?
- Ahora no tengo tiempo
- No es el mejor momento
- No estoy preparada
- Tengo otra cosa más urgente que hacer
- Tengo que informarme bien antes de hacerlo
- Mejor pido la opinión a…
- No es tan importante
- Puedo hacerlo mañana
- No viene de un día
- Las cosas cambiarán
- Empezaré el mes que viene
Y puede que alguna más.
Así cuando te das cuenta puede ser que haya pasado una semana, un mes, dos o incluso medio año o más.
De esta manera y a medida que pasa el tiempo en tu mente cada vez tiene más peso y ocupa más espacio, aquello que quieres o tienes que hacer.
Es una losa que te pesa y no sabes qué hacer para sacártela de encima porque claro ¡como es tan grande!, te cuesta más.
¿Qué beneficios tiene para ti postergar habitualmente?
Las razones o motivos que te mantienen con este tipo de comportamiento básicamente la podemos resumir en una, te beneficia.
Sí he dicho bien, beneficios. Porque, aunque no lo creas o no te hayas dado cuenta, postergar tiene sus ventajas y esas son las que te mantiene aplazando y ampliando tu lista de temas pendientes.
- Dejar de hacer cosas que no te gustan
- No enfrentarte a situaciones que te resultan difíciles o conflictivas
- Mantener tu auto imagen intacta porque ¡claro que lo puedo hacer¡, sólo que ahora no.
- Dejarlo para el último momento y si el resultado es mediocre, tienes la excusa perfecta porque has tenido poco tiempo
- Hacerte la ocupada permanentemente para sentirte más importante
Visto desde esta óptica, en tu caso ¿cuales son los beneficios que obtienes?
Las situaciones ante las que se dan este tipo de comportamiento las podemos englobar en dos tipos: aquellas cosas que tienes que hacer y no te gustan y las que te resultan difíciles.
Pero no te engañes, en si misma la postergación es un autoengaño continuo. Porque a largo plazo lo que te va a provocar es malestar y probablemente ansiedad.
Y como no hay noche sin día, en el otro lado tenemos las consecuencias negativas de aplazar, de dejar las cosas para un futuro que no suele llegar:
- malestar, porque llevas el lastre de la lista permanentemente
- insatisfacción, porque sabes que hay cosas que te gustaría haber solucionado ya
- ansiedad porque hay asuntos que en el fondo son importantes y llevan tiempo esperando y no solucionarlos están provocando algún problemas en tus relaciones
- bloqueo, porque te cuesta decidir por donde empezar y te quedas en un bucle sin fin
- cansancio, porque sólo pensarlo ya te agota, pero no lo soluciona
- intranquilidad porque también puede afectar a otras personas de tu entorno (familia, compañeros de trabajo, etc)
Cómo dejar de sentirte abrumada, asqueada y angustiada por postergar
Sé que no te va a gusta la respuesta, pero es HACIENDO.
Este es uno de esos comportamientos que puedes cambiarlo con tu esfuerzo porque depende totalmente de ti, tu sola lo mantienes.
Hay diferentes técnicas que te pueden ayudar a deshacerte de este comportamiento postergador. Te propongo 3:
- Reserva 15′ en un momento concreto (una día de la semana y una hora) para hacer una de esas cosas de tu lista.
- Emprende una actividad que hayas estado evitando. Ten el valor de hacerla y con ello descubrirás que el temor se reduce.
- La pregunta mágica ¿estás haciendo ahora lo que harías si supieras que sólo te quedan 6 meses de vida?
Si pones en marcha desde YA estas pautas, descubrirás que en muchas ocasiones te requiere menos tiempo y esfuerzo del que tú habías pensado.
Sin embargo, el resultado te compensará mucho más de lo que te habrías imaginado.
Ahora depende de ti. Tú tienes la sartén por el mango y puedes conseguir esa tranquilidad, satisfacción y bienestar que te mereces.
Tienes mucha razón. Somos unos comodones y lo vamos dejando para luego. Ya lo haré.
Hola Antonio, así es, es un hábito muy extendido. La cuestión es si el precio que pagamos por la comodidad vale la pena.
Gracias por tu comentario.
Cuánta razón tienes en cada una de tus palabras. Te leo y me veo reflejada… voy a intentar seguir tus consejos y ya te diré que he conseguido.
Hola Rita, Me alegra que hayas decidido ponerlo en práctica. Lo primero es reconocerlo y después ponerse en marcha. Hacer.
Espero tus noticias. Gracias.
Hola Montse. De regreso ya a la rutina he releído tu postura para no olvidar releer la lista de «pendientes» y continuar.
Gracias!!!
Hola Rita, disculpa que no te haya contestado antes. Me parece muy bien,yo también me voy haciendo recordatorios porque
es muy fácil que se olvide y volver a repetir lo de siempre. Es una buena manera de mantener el foco. Un abrazo
Hola Montse, me siento tan identificada con todo lo que dices, es que cada noche me propongo hacer X cosa , me digo: «mañana lo voy a hacer sin falta»..y al llegar de nuevo la noche resulta que no cumplí..y así es, llega el momento que me agota el solo pensar en ello.
Voy a seguir tus consejos, muchas gracias por todo lo que me compartes.
Bendiciones
Hola María, te entiendo. Suele ocurrir tener buenos propósitos pero cuando nos descuidamos, se queda en eso. Estoy convencida que si
pones tu atención en una sola cosa de esas que tienes pendientes, seguro que lo vas a conseguir. Conseguirlo te motivará para proponerte
otra más y así sucesivamente. Me alegra que te pueda ayudar. Un abrazo