La Mejor Guía para Tu Salud está en tu Cuerpo

A mi de pequeña me decían que tenía que comer de todo para crecer sana y fuerte.

Que me tenía que abrigar cuando hacia frío para no resfriarme.

Que no tomara mucho el sol en la playa para no quemarme.

Que no me bañara hasta que no hubieran pasado dos horas después de haber comido.

Ahora nos dicen que te tomes tal cosa para dormir mejor.

Que tomes las pastillas de turno para tener más energía durante el día y ser feliz.

Que utilices este otro producto para tu tracto intestinal y así cuando te vaya bien, lo harás.

Y así un largo etcétera.

¿Qué es lo que nos dicen y que es lo que no nos dicen?

Lo que nos dicen es que si te pasa algo busques una alternativa afuera.

¿Para qué preguntarte por el origen de ese malestar, desasosiego, angustia, enfermedad?

Me parece más razonable pensar que si nuestro cuerpo reacciona de una determinada manera (dolores de cabeza continuos, problemas de tracto intestinal, opresión en el pecho y angustia, dolores de espalda, taquicardias, insomnio…) es por algo.

En ambos casos la salud se ve bajo una óptica física y externa, como si no dependiera nada de nuestro propio cuerpo sino que la solución está afuera, tu no puedes hacer casi nada.

Así que no te preguntes nada, porque tú no tienes ninguna respuesta.

LA VERDAD QUE SABEMOS Y QUE OLVIDAMOS

¿Dónde están tu mente, tus sentimientos y emociones?

¿No forman parte de ti ? ¿No tienen nada que ver con tu sufrimiento?

En muchas ocasiones hay personas que vienen a charlas o talleres que hago y me comentan que tienen ansiedad y están tomando ansiolíticos. Simplemente, esa es la solución a su problema. Todo está en manos de esa pastilla.

¿Crees que una pastilla cambiará su percepción de la vida? ¿Una pastilla cambiará sus hábitos?

Porque de eso se trata, de cuales son sus creencias sobre la vida y sobre sí misma, cuales son sus valores, como percibe la realidad y cómo reacciona ante ella. Seguramente de una manera que no le proporciona felicidad.

Si nuestro cuerpo se queja, si nuestra mente se bloquea, si sentimos angustia, tristeza, enfado o miedo ¿por qué no escuchamos?

Tal vez es más fácil auto engañarse pensando que una pastilla nos va a aliviar, nos va a ayudar, a solucionar la vida.

Una hierbas, unas pastillas, un masaje, unos electrodos, una vendas especiales. Todos estos remedios nos podrán aliviar pero no solucionar.

Sin embargo, ya en la Grecia Clásica lo decían “mens sana in corpore sano” aunque el sentido que le daban era la necesidad de orar para disponer de un espíritu equilibrado en un cuerpo equilibrado.

Equilibrio espiritual y equilibrio físico.

¿En qué momento nos olvidamos de esa parte nuestra?

Si queremos estar sanos, si queremos gozar de buena salud en toda la extensión de la palabra, tendremos que contemplarlo desde otra óptica.

Según la definición que da la OMS «La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.

Bienestar completo físico, mental y social.

Cuida tu cuerpo, cuida tu mente , cuida tus emociones y la manera en la que te relacionas.

Tu cuerpo tiene información registrada sobre lo que te ocurre en tu vida diaria y cómo te afecta, cómo reaccionas.

Un correcto funcionamiento de tu organismo requiere unos cuidados, de alimentación y ejercicio pero también emocional.

Tu cuerpo está está hecho para moverse, para mover tus pensamientos y que no se queden estancados, para mover tu físico para que no se atrofie y genere la energía y circule y para mover tus emociones para que no se pudran.

LA CLAVE PARA CONSEGUIR BIENESTAR Y SALUD

Y curiosamente nuestro cuerpo en muchas ocasiones nos dará el primer aviso y nos dará la clave.

Esa sensación desagradable en tu estómago, ese temblor en tus piernas, ese tic nervioso que aparece en ese momento en concreto, esa afonía, esa tensión leve en tu trapecio o en tu sien, ese apetito insaciable…

Son todas esas sensaciones que sentimos y a las que no les hacemos mucho caso, a veces porque ni siquiera la asociamos con el hecho en concreto ante el cual hemos reaccionado así, no sabemos cual es la emoción que hay detrás. Puede ser miedo, puede ser angustia, puede ser enfado o tristeza.

¿Cuándo fue la última vez que notaste alguno de esos avisos?

Si me dices que hace mucho tiempo, lo siento, pero no me lo voy a creer.

Seguro que tu vida está llena de experiencias de todo tipo: inolvidables, de aquellas que es mejor no acordarte, llenas de esperanza e ilusión, alegres, caóticas, confusas, motivadoras, sensuales, aburridas, y un sin fin. Nuestra vida diaria está llena de ellas, algunas más importantes o relevantes que otras.

Cada una de esas experiencias ha dejado una huella en ti, puede ser indeleble, puede ser sutil, puede ser inconsciente, consciente.

Cada una de las experiencias que tienes te las representas con imágenes, sonidos, sensaciones y aquellas que han tenido un componente emocional importante son las que te resultan más fáciles de volver a revivir. Sí, revivir que no recordar porque es como si lo estuvieras viviendo en este momento.

Si no me crees o te suena a chino, haz la prueba ahora.

Por unos instantes piensa en una experiencia concreta importante para ti. Cuando conseguiste el primer trabajo, el primer día que conociste a tu pareja o marido, cuando viste por primera vez la cara de tu hijo, cuando aprobaste aquel examen que te parecía imposible, una experiencia concreta.

Simplemente revívela y deja que aparezca de nuevo y luego me dices.

Las sensaciones que tienes son ese registro a nivel fisiológico del que te hablaba. Independientemente de que seas consciente o no, de que hayas puesto tu atención o no, de que lo hayas acallado o no, están ahí.

Normalmente te acordarás de aquellas que han tenido más importancia en tu vida ya sean positivas o negativas, pero en realidad hay muchas experiencias en tu vida cotidiana no tan relevantes pero que aún así tienes el registro.

PREGUNTAS REVELADORAS PARA CUIDARTE

Así que si quieres saber más de ti, si quieres cuidarte, si quieres ir más allá de tomarte una pastilla, estate atenta a esas señales y hazte estas preguntas.

¿Que estoy notando y en qué lugar de mi cuerpo?

Con está información empezarás a tener un registro de sensaciones sutiles que te darán un mayor consciencia de ti misma y te servirá como un recurso para no llegar al limite de tus fuerzas, de tu paciencia, de tu resistencia.

¿Qué me está diciendo sobre cómo estoy?

Tu respuesta a esta pregunta te permitirá tener claridad sobre con qué tiene que ver. Puede ser con tu miedo, temores o dudas, tal vez con tu enfado, resentimiento, rabia, tal vez con tu tristeza o melancolía.

Y también aparecerán los pensamientos que están asociados a esas sensaciones o emociones. Lo que te dices mentalmente.

Hazte preguntas, no dejes de preguntarte, aunque te de pereza, aunque estés cansada, aunque no sea el mejor momento.

Y me dirás, todo esto ¿para qué?

Para tener un mayor grado de conciencia de qué es lo que te ocurre habitualmente, qué es lo que te molesta, limita, no te ayuda, y empieces a tomar el control antes de que el caballo se desboque.

Porque nuestro cuerpo no es sólo una brújula, también es un recurso que te puede permitir en ese momento que detectas esa señal cambiar tu estado. Puedes reducir tus temores, tu angustia, tu tristeza o rabia.

Piensa en cómo respiras cuando estás tranquila, relajada, contenta y empieza a respirar así. Al principio puede que te cueste, pero si centras tu atención, seguro que lo consigues.

Piensa en cómo te sientes cuando bailas, o haces ejercicios o simplemente das un paseo. Dedica unos minutos al día a hacer alguna de estas actividades.

Regresa a tu cuerpo, escucha a tu cuerpo.

¿CUALES SON LAS SEÑALES QUE YA TIENES DETECTADAS? ANÍMATE A COMPARTIRLAS AQUÍ ABAJO

Deja un comentario

Quiero superar el estrés que sufro en mi trabajo

¿Cómo puedo hacerlo?

Te Escucho

Escríbeme una consulta en este formulario y te contesto lo antes posible.

Terapia Individual en Barcelona (Sant Andreu-Nou Barris) y online vía zoom en donde quieras que estés